Deuda y desesperación: NEOCOLONIALISMO en Tanzania


Deuda y desesperación: 

los pequeños agricultores de Tanzania sometidos a una nueva ola de colonialismo

Lo que está pasando ahora en Tanzania debe ser un ejemplo de lo que no hay que hacer si se quiere ayudar a los pequeños agricultores, que tengan un medio de vida y alimenten a sus comunidades.
Por Chris Walker, 17 de junio de 2015
Una agricultora deshierba un campo de arroz en la plantación KPL de Tanzania (Foto: Greenpeace)
Una agricultora deshierba un campo de arroz en la plantación KPL de Tanzania (Foto: Greenpeace)
La explotación Kilombero Plantations Ltd (KPL) no es una explotación de arroz ordinaria. Con sede en el valle Kilombero, Tanzania, la Empresa posee 5.800 hectáreas de tierra de cultivo y compra arroz a los agricultores de la zona. No sólo es el mayor productor de arroz de África oriental, sino que se ha convertido en el buque insignia de las empresas multinacionales, con la esperanza de demostrar que este tipo de empresas pueden ser un motor del desarrollo económico de las comunidades.
“ Los agricultores están siendo desplazados y
sus medios de vida penden de un hilo.
Esto debiera servir para que los Gobiernos
adopten un enfoque totalmente distinto
para la construcción de mejores
sistemas alimentarios en África”
Una filial de la multinacional Agrica, con sede en el Reino Unido, KPL, está llevando a cabo una serie de iniciativas apoyadas por gobiernos africanos y del G8 que intentan atraer las inversiones de las empresas al sistema alimentario de África. 
La plantación, adquirida por KPL en 2008, se encuentra en el polémica Corredor Agrícola del Sur de Tanzania (SAGC0T), una iniciativa del Gobierno para ceder 350.000 hectáreas de tierra de cultivo a las grandes empresas de Agricultura Industrial. 
El proyecto de KPL forma parte del acuerdo del Gobierno de Tanzania con la Nueva Alianza del G8 para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, un proyecto de miles de millones de dólares en inversiones que, aprovechando las reformas políticas, las Grandes Empresas controlen  grandes extensiones de terreno,  las semillas y los mercados en diez países africanos. 
Los agricultores de Tanzania temen que estos planes supongan un golpe de muerte para ellos, ya que no podrán controlar su modo de vida, y han calificado esta iniciativa como “una nueva ola de colonialismo”. 
Sin apenas inmutarse, el Gobierno del Reino Unido ha anunciado que va a financiar a la Empresa KPL con 6,7 millones de libras. Fertilizantes Global y las grandes empresas de semillas Yara y Syngenta también forman parte del proyecto.
Promocionado como una inversión responsable, y con los patrocinadores deseando demostrar lo que es una buena inversión para las Corporaciones y para las comunidades más pobres, KPL tiene apremio en demostrarlo.
Sin embargo, en un nuevo Informe publicado por Justicia Global Ahora, Oakland Institute y Greenpeace África, se sugiere que no todo va bien para KPL: los campesinos desplazados están rechazando el proyecto, que se quejan de no recibir las compensaciones adecuadas, y el sistema de subcontratación de KPL ha provocado la desesperación de muchos de ellos. 
Los pequeños agricultores están obligados a comprar las semillas y los fertilizantes a la empresa y venderle su producción, cayendo en unos altos niveles de endeudamiento. 
El problema se ha agravado cuando KPL ha ofrecido unos precios más bajos de lo esperado. Los trabajadores han informado del cobro de muy bajos salarios y que muchos de los puestos de trabajo que se prometieron a los agricultores no se han creado. 
La vida ha empeorado con respecto a cómo vivíamos antes. Antes podía obtener ingresos del trabajo en mi granja, pero ahora tengo que hacer muchos trabajos para obtener dinero. Antes era capaz de cultivar mi propio alimento. Ahora tengo que comprarlo con los pocos ingresos que obtengo”, dijo un agricultor.
Debido a la publicidad negativa que las multinacionales están cosechando entre las comunidades desplazadas por los grandes inversores, están optando ahora por comprar directamente a los agricultores o arriendan la tierra a través de esquemas de subcontratación. 
Estos sistemas se están convirtiendo en las opciones preferidas por los Gobiernos y los sectores desarrollistas. 
Sin embargo, los planes de KPL no parece que sean un buen negocio para los agricultores. En marzo, Ayuda en Acción informaba de que el sistema de subcontratación por Eco Energy en Tanzania, también respaldado por la Nueva Alianza, destacaba el hecho de que estaba aumentando la deuda de los pequeños agricultores.
La Nueva Alianza del G8 fue creada en 2012,  Gobiernos y Empresas queriendo demostrar que tienen un impacto positivo en las comunidades, pero con el desplazamiento de los pequeños agricultores y con sus medios de vida en la cuerda floja, las evidencias deben hacer cambiar a los Gobiernos de enfoque, para la construcción de unos mejores sistemas alimentarios en África. 
En todo el continente, los pequeños agricultores están aplicando sus propias soluciones para aumentar los rendimientos de manera sostenible y alimentar a sus comunidades, libres del control de las Corporaciones. Con el apoyo de sus Gobiernos, estos agricultores podrían mejorar ostensiblemente sus sistemas alimentarios.
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Este artículo está bajo una licencia Creative Commons 3.0
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Chris Walker dirige las campañas y la políticas oficiales de Justicia Global Ahora.
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