Caracas, 22 de mayo de 2015.- ¿Quién distribuye los estupefacientes de costa a costa en los cincuenta estados que conforman EEUU?, es la pregunta recurrente que se hace la gente en el mundo frente al país que ocupa el primer lugar en consumo de drogas.
En este trabajo especial, el periodista Ronald Muñoz, analiza cómo Estados Unidos intenta continuar su plan imperialista para mantener negocios ilícitos como el tráfico de drogas.
Solo EEUU es el primer consumidor de drogas en el mundo. 
Pero, al mismo tiempo, es un país con un sistema de vigilancia militar sumamente sofisticado, al punto que logran localizar inmigrantes mexicanos intentando entrar por las fronteras. 
No obstante,  así llegan toneladas incontables de drogas como cocaína, anfetaminas, heroína, lo que es imposible con un sistema de vigilancia tan soberbio.
Ellos, con el bombardeo comunicacional, buscan una matriz de opinión que acusa a otras naciones de tales delitos, pero son ellos los primeros en la lista de consumo. Donde llegan tropas militares de este país, es donde abunda la producción, un hecho irónico y preocupante.
Mafias oficiales
Con las políticas de inmigración y las restricciones para personas de otras naciones, es imposible que estos carteles que ingresan este elemento ilegal sean inmigrantes indocumentados, como pretenden hacer creer las autoridades estadounidenses.
Basem Tajeldine, internacionalista, indica que “donde están las tropas EEUU., y la DEA, están las manos del narcotráfico". Ejemplos vivos los representan México, Colombia y Perú, donde hay libre albedrío a las tropas militares del imperio.
En este sentido, si bien hay mafias numerosas en el mercado de la droga en estas naciones, un negocio tan lucrativo no queda a expensas de los carteles.
Alega el internacionalista que, 2% de las ganancias por estas ventas queda en manos de productores, 13% entre oligarquías de países productores que autorizan bajo la mesa tal tráfico, y cerca de 85% de las ganancias queda en los bancos de Estados Unidos, con costos desconocidos.
Ante este panorama, los grupos pequeños de distribución aparecen como los acusados, pero los verdaderos organismos internacionales que maniobran con un perfil de supuesta honestidad y legalidad, son los que funcionan como operadores financieros y nunca son sancionados. / MVC