Ahora Madrid o la Esperanza de un nuevo Tamayazo

Ahora Madrid 

o la Esperanza de un nuevo Tamayazo

Artículos de Opinión | Juan Álvarez Grande | 29-05-2015 

Tras conocerse los resultados de las elecciones celebradas el último 24 de mayo, se han producido un maremágnum de reacciones y análisis. 

Sobre las reacciones, yo destaco una: el ofrecimiento de varios dirigentes populares de hacer pactos de centro para frenar “el radicalismo”.

 En esta última línea hay que destacar a Esperanza Aguirre, que tras haber ganado en la ciudad de Madrid sin una mayoría suficiente para gobernar en solitario, ha instado a PSOE y Ciudadanos a hacer un pacto para “frenar a Podemos”, insistiendo en que esa fue la razón de que ella volviese a la política tras dejar la presidencia de la Comunidad de Madrid. 

El objetivo de este artículo es ofrecer 
un análisis alternativo a los que leído sobre esta cuestión.

La cuestión de formar coaliciones para frenar el “radicalismo”, la analizaré personalizando en Madrid y en Esperanza Aguirre, aunque creo que es extensivo a otras ciudades y regiones. 

Cuando el martes Aguirre convocó una rueda de prensa, muchos (entre los que me incluyo) pensaron que era para dimitir, y muy pocos pensaron que fuese a decir lo que dijo: ofrecía a las demás fuerzas, el centro amplio según ella, la posibilidad de hacer una coalición para frenar a Podemos, incluso dejando abierta la puerta a no ser la alcaldesa. 

Tras las declaraciones, leí en Twitter dos tendencias diferentes: por un lado que intentaba salvar, como fuese, lo que queda de su carrera política; por otro, que se estaba fraguando un nuevo tamayazo. 

Creo que ambos análisis pueden ser correctos, y de hecho los comparto, pero en mi opinión hay algo más escondido tras esta oferta, algo de lo cual me he convencido tras leer que las trituradoras de papel del ayuntamiento de Madrid están trabajando a todo trapo(1).

Pensemos en que supone para Aguirre y la clase a la que representa, es decir, la clase capitalista, perder ciudades como Madrid. 

Desde hace muchos años, una de las funciones principales de estos ayuntamientos ha sido garantizar cuantiosos beneficios para la clase capitalista, lo cual queda perfectamente caracterizado en las obras de soterramiento de la M-30, cuyo presupuesto inicial era de 1700 millones de euros, y que acabó costando 5600 según el propio ayuntamiento (2), y no es ni mucho menos un caso aislado. 

Al fin y al cabo, 
“el poder estatal moderno 
no es más que una junta administradora que gestiona 
los negocios comunes de toda la clase burguesa” (3)

Y si bien el programa de Ahora Madrid no es bolchevique ni mucho menos, por más que se empeñe Aguirre, sí que es cierto que incide mucho en acabar con sobrecostes como los de la M-30, o los derivados de la concesión de determinados servicios públicos, así como en una auditoría de la gestión económica y la deuda municipal (ver puntos 2.1.1, 2.1.2, 2.3.3 y 2.3.4 del programa de Ahora Madrid (4).

Por tanto, lejos de ser la ambición personal el motivo, o al menos el único motivo, por el cual Esperanza Aguirre trata de impedir por todos los medios que Ahora Madrid se haga con el gobierno municipal, mi opinión es que esta actitud es completamente coherente con los intereses de la clase a la que Aguirre representa. 

Y tal vez ese sea el radicalismo de Ahora Madrid y de otras candidaturas ciudadanas similares, el pensar que el Estado no es sólo una fuente de plusvalía para el Capital.

(3) Marx y Engels, Manifiesto Comunista.

VISTO en http://tercerainformacion.es/spip.php?article86711


Cayo Lara, con Alberto Garzón, Willy Meyer y otros dirigentes de IU en la noche electoral del 24-M.  EFE
Cayo Lara, con Alberto Garzón, Willy Meyer y otros dirigentes de IU en la noche electoral del 24-M. EFE

IU Madrid acusa a Garzón de favorecer un nuevo ‘tamayazo’ y le rechaza como número uno a las generales

  • Reprocha al candidato a la Moncloa y a su entorno haber hecho lo posible para "dinamitar" las candidaturas de García Montero y López
  • Anuncia una asamblea extraordinaria para "renovar a fondo el proyecto político", pero advierte de que no dejará que Garzón "disuelva" IU en Podemos

Actualizada 28/05/2015 a las 23:04
Anuncio de una asamblea regional extraordinaria y munición muy dura contra Alberto Garzón. Son las dos ideas que recorren el primer comunicado que emite Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) cuatro días después del batacazo electoral. 

Nueve párrafos en los que escasea la autocrítica y sí se dispara contra el cabeza de lista a la Moncloa, a quien la federación acusa de propiciar un nuevo tamayazo al "dinamitar" las candidaturas a la Comunidad y el Ayuntamiento, y al que rechazan sin ambages como el número uno de la plancha de IU-CM a las generales. 

A él le responsabilizan de que la federación quede fuera, por primera vez desde la Transición, de las instituciones, al no lograr superar la barrera del 5% de los votos

La resolución [consúltala aquí en PDF] es producto de la reunión que este jueves mantuvo la ejecutiva madrileña, con la noticia aún caliente, adelantada por infoLibre, de que los dirigentes próximos al diputado por Málaga buscan la forma para provocar la dimisión de Cayo Lara como coordinador, y la vía podría ser la desfederación o intervención de IU-CM. Es decir, que la dirección federal deje de reconocer a IU-CM como su referente en la región. Una decisión extrema a la que Lara siempre se ha negado y contra la que la cúpula autonómica, con toda seguridad, se rebelaría.

La ejecutiva regional denuncia que en los meses previos a los comicios del 24-M y en plena campaña electoral, IU-CM asistió a "injerencias y conductas de algunos dirigentes federales impropias de una organización democrática". 


"Bajo la excusa de la unidad popular, un grupo de dirigentes de IU encabezados por Alberto Garzón, no cesaron en su voluntad de quebrar las decisiones de los órganos regionales, y dinamitar sus candidaturas. Ignoraron la autonomía de IU-CM, vulneraron la federalidad, arremetieron contra sus candidatos, apoyaron a los de otros partidos, agitaron la crisis interna, desautorizaron al mismo coordinador general y no perdieron ocasión para anunciar el entierro del proyecto de IU". 

Y, a la vista de los resultados, aduce IU-CM, esos dirigentes próximos a Garzón "han tenido éxito": "Le han restado los votos suficientes a IU-CM para materializar de hecho en la Asamblea de Madrid un nuevo tamayazo y permitir gobernar, casi con toda probabilidad, a Cristina Cifuentes"

"Vulgar maniobra para acabar con IU"


El PP ganó las elecciones y logró 48 diputados, que con los 17 de Ciudadanos le otorgan la mayoría absoluta. PSOE (37) y Podemos (27) se quedan a uno, pero sólo podrían llegar al Ejecutivo si la formación de Albert Rivera se abstiene en la investidura de Ángel Gabilondo. 

La mención del tamayazo lleva a 2003: PSOE e IU sumaban un escaño más que Esperanza Aguirre, pero la actitud de dos tránsfugas socialistas frustró la posibilidad de que la izquierda volviera al Gobierno regional.

El staff madrileño considera que también "han desaparecido las máscaras". 


"La unidad popular en boca de este grupo es una vulgar maniobra para acabar con Izquierda Unida. En su hoja de ruta no figura la renovación de esta formación política, sino la firme voluntad de disolver sus estructuras en la densa espuma del efecto Podemos. 

Con estos precedentes, parece lógico pensar que Alberto Garzón no puede ser el número uno de la lista de IU-CM a las elecciones generales del próximo otoño. No lo tendrán fácil". Avisa, por tanto, de que si Garzón quiere seguir siendo candidato, no podrá encabezar en ningún caso la candidatura por Madrid.

Ya varios dirigentes regionales habían lanzado sus dardos contra Garzón. La cabeza de lista al Ayuntamiento, Raquel López–nunca reconocida por la cúpula federal–, llamó "miserable" al diputado, mientras que su compañera Libertad Martínez le acusó de haber logrado su objetivo de "hundir IU". Pero ahora lo pone negro sobre blanco en un comunicado. 

Los medios que dieron "la espalda" a IU-CM


IU-CM dice ser consciente de que ha de protagonizar cambios "urgentes e inaplazables en su organización y propuesta política", que ha de participar "activamente en los procesos de convergencia" con otras fuerzas pero "preservando su identidad", justo lo que hizo cuando se negó a confluir con Ahora Madrid, porque ello llevaba aparejada la disolución de sus siglas en la marca. "Pero no está escrito que un grupo de dirigentes federales, a través de la deslealtad y la impostura, puedan promover con impunidad el fin de IU y su desembarco en otro proyecto político. Haremos todos los esfuerzos –promete la cúpula regional– para lograr una mayoría democrática en IU que impida esta operación".

El comunicado incorpora un único párrafo en el que hace autocrítica. Si IU ha perdido votos –bajó del 10,75% al 1,71% en el Ayuntamiento, y del 9,61% al 4,14% en la Asamblea– también se debe, explica, a que otras candidaturas "han sabido conectar mejor con las aspiraciones de la ciudadanía", sobre todo en la lucha contra la corrupción y el avance hacia una mayor justicia social. Pero estas han contado "con el apoyo de los medios de comunicación, los mismos que han dado la espalda a IU-CM". Los electores progresistas concluyeron que era la "nueva política" la herramienta más útil para echar a la derecha. 


Reconocimiento a García Montero y López


IU-CM reconoce que ha sufrido "una severa derrota" en las urnas, y sus consecuencias se dejarán notar en la acción política de los próximos años, tanto por la asfixia económica como por su capacidad de actuar desde las instituciones, pero reividica que puede "renovar" el proyecto y sacarlo adelante.

Y para ello, la ejecutiva propondrá el 3 de junio a la Presidencia y al Consejo Político Regional la convocatoria de una asamblea extraordinaria que se celebre "con el plazo mínimo estatutario" para elegir "una nueva dirección, dotarse de estructuras más ágiles y acordes a la nueva realidad y renovar a fondo el proyecto político de IU". La dirección recuerda, no obstante, que IU sigue viva en las instituciones a través de los 159 concejales obtenidos el 24-M –
178 en 2011– y sus 5.000 militantes. Los miembros de la ejecutiva ponen sus cargos a disposición de los órganos regionales.

La cúpula afirma que trabajará desde los ayuntamientos en los que tiene representación para constituir "gobiernos de izquierda y progresistas" para cambiar las políticas, igual que buscará "la mayor estabilidad democrática posible en las instituciones, frente a los intentos desesperados del PP por violentar el resultado de las urnas o ante la conducta dispersa e incierta de otras formaciones políticas".

Por último, la resolución concluye con un "reconocimiento explícito" y el agradecimiento a todos los candidatos, y especialmente a los números uno a la Comunidad y al Ayuntamiento de la capital, Luis García Montero y Raquel López. Creemos que el resultado no hace justicia a su dignidad, lucidez y capacidad de propuesta política. Esta organización está en deuda con ellos, y estamos convencidos de que gracias a su campaña, a la militancia de IU-CM y al apoyo de importantes colectivos y grupos sociales, especialmente de representantes y dirigentes de CCOO, se han sentado las bases para volver a intervenir y decidir en el futuro en la política madrileña".




El Dieciocho Brumario de Esperanza Aguirre


Tal vez una de las frases más citadas de Marx es aquella en la que sostiene que la historia se repite, la primera vez como tragedia y la segunda como farsa

Está al comienzo de su libro El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte y, sospecho, la utilizó más bien como un recurso retórico para zaherir a Napoleón III, a quien tanto despreciaba, y no con la intención de establecer algún patrón sistemático, una categoría analítica. 

Pero, la verdad, se ven ya tantos casos de esto que empieza uno a preguntarse si no será ya hora de buscar qué hay detrás. De pronto sí hay razones de fondo para creer que las tragedias tienden a convertirse en farsa.

Miren, si no, el caso de Esperanza Aguirre en los últimos días. 

Una política avezada, de innegable agilidad, según algunos, faro del pensamiento liberal español, súbitamente convertida en el hazmerreír de la política española, en una versión femenina y contemporánea de Alonso Quijano. 

Mientras aquel veía en el choque entre carneros y ovejas en la meseta manchega una singular batalla entre Alifanfarón de Trapobana y Pentapolín del Arremangado Brazo, Esperanza Aguirre se dispone a entrar ella también en batalla (supongo que arremangada) para defender la civilización occidental y la cristiandad de unos bellacos y follones que quieren… bueno, la verdad no sabe bien qué quieren porque por andar velando armas no ha tenido tiempo de leerse el programa

Pero una cosa está clara: para cuando se cree la primera granja urbana en Madrid, será ya demasiado tarde para defender las libertades y el campo de prisioneros de Soria se unirá a la larga lista de nombres de la infamia donde ya están la prisión de Lyubianka, el Gulag y Tuol Sleng.

Esos dislates no ocurren solamente en España. 

En Estados Unidos muchos congresistas Republicanos están convencidos de que debido a la reforma de la sanidad (que creó un negocio redondo para las empresas aseguradoras), la economía norteamericana va camino del estatismo de Corea del Norte. 

¿A qué se debe este fenómeno? 

¿Por qué políticos profesionales que supuestamente deben ser guías de los ciudadanos, sucumben a las ridiculeces más grandes?

Si se lee con detenimiento, el texto de Marx ofrece una hipótesis interesante. 

El Diecieocho Brumario comienza con la derrota de la insurrección obrera de París de 1848. 

Los gestos ridículos que tanto ensañan a Marx ocurren cuando ya aquella ha sido ahogada en sangre. 

Ocurre que en política 

hay facciones a las que la victoria les viene mal

Deben su legitimidad a sus adversarios, 

de modo que cuando los derrotan, tienen que reinventarlos.

Ha sido tan rotunda la derrota del socialismo en nuestro tiempo, sobre todo en España donde ni siquiera el partido que lleva ese nombre se atreve a nada que no sea la agenda del fundamentalismo de libre mercado, que ya medidas contra la especulación inmobiliaria, o en favor del derecho a la vivienda y del pleno empleo están ubicadas en los extramuros del radicalismo.

En esas condiciones es difícil ser el baluarte del liberalismo occidental en el siglo XXI. 
Para muchos políticos, el liberalismo, es como la caridad: empieza por casa. 

Para defender la propiedad privada y los intereses individuales hay que comenzar con uno mismo, hay que defender los contratos propios, las tramas propias, las inmunidades propias. 

Pero eso en política suele no funcionar bien a la hora de conseguir votos. 

Entonces, se necesitan grandes enemigos, grandes amenazas. 

Pero eso es lo que falta en estos días así que toca inflar a los enemigos que hay.

Esa ha sido siempre la contradicción intrínseca del liberalismo político. 

Se presenta como una doctrina que defiende las libertades individuales, pero, por eso mismo, necesita acompañarse de un espíritu cívico robusto. 

De lo contrario, el individualismo que defiende se desborda y arrasa con los fundamentos de la coexistencia ciudadana. Las sociedades liberales que mejor funcionan son las que logran mostrar a sus ciudadanos que la defensa de la individualidad es, de verdad, para todos y no simplemente un artificio demagógico para favorecer a unos pocos.

Juega con fuego doña Esperanza así no lo sepa. 

Las sociedades necesitan una serie de creencias colectivas para funcionar

Pero cuando queda claro que los altos sacerdotes (o, según sea el caso, sacerdotisas) del dogma público no creen en lo que están diciendo, demuestran que tienen una fe de bolsillo simplemente en defensa de sus intereses, los resultados son devastadores. 

El comunismo soviético pudo resistir todo, las embestidas brutales de Hitler, las sangrías y hambrunas de Stalin, la escasez perenne de los bienes más sencillos, todo menos la hipocresía. En las postrimerías del régimen soviético solo Gorbachev y algún que otro asesor creían en el socialismo. 

El resto de la alta jerarquía difícilmente podía esperar el momento en que se privatizaran las grandes empresas para adueñarse de ellas, como a la postre ocurrió. 

Ese clima de cinismo, de descreimiento total 

fue el que llevó al hundimiento del régimen. 

Las urnas del 24-M han demostrado en España que el “régimen del 78” puede sobrevivir sin problemas al clima electoral del momento. La pregunta es si puede sobrevivir también a las maniobras de sus más grandes beneficiarios.
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Luis Fernando Medina es Investigador del Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March, realizó el doctorado en Economía en la Universidad de Stanford, ha sido profesor de ciencia política en las Universidades de Chicago y Virginia (EEUU) e investiga temas de economía política, teoría de juegos, acción colectiva y conflictos sociales. Es autor del libro 'A Unified Theory of Collective Action and Social Change' (University of Michigan Press, 2007)

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